Como siempre comentamos una dieta basada en alimentos frescos y de temporada es la mejor opción a la hora de llenar la nevera. Y es que los alimentos de temporada conservan mejor sus nutrientes y su sabor.
Por eso hoy os queremos hablar de la acelga roja, cuya mejor temporada es otoño e invierno.
Y es que además de las clásicas acelgas verdes o blancas, existen las de tallo rojo ¿las habéis probado? ¡Os animamos a ello, están llenas de propiedades saludables!
Propiedades de la acelga roja
Es una hortaliza que posee un gran valor nutricional por su alto contenido en minerales, vitaminas y antioxidantes (betalaínas, responsables de su color rojo).
Es una hortaliza rica en potasio, calcio, magnesio, cobre, hierro y vitaminas del grupo B, A, C y K.
Por su alto contenido en calcio es ideal para fortalecer los huesos, y gracias a su fibra se mantiene un saludable tránsito intestinal y el sistema cardiovascular.
Por su alto contenido en hierro ayuda a combatir la anemia ferropática y previene la osteoporosis.
Gracias a la vitamina B8 se estimulan los folículos pilosos y se mantiene el cabello sano y brillante.
Su concentración de potasio, calcio y magnesio nos hace tener una presión arterial saludable.
Mediante su vitamina C se fortalece el sistema inmunológico.
Por su elevado contenido en vitamina K, las acelgas rojas son muy efectivas previniendo el daño neuronal, está especialmente indicada en pacientes con Alzheimer ya que está enfermedad correlaciona con unos niveles de vitamina K2 deficientes.
También es ideal para embarazadas por si contenido en ácido fólico.
De entre sus antioxidantes destaca el ácido siríngico, que ayuda a mantener los niveles de azúcar en sangre.
¡Tan solo una ración de acelga roja satisface nuestras necesidades diarias de vitaminas A y K! y cubre un amplio porcentaje del resto de vitaminas y minerales.
Tiene muy pocas calorías (unas 41 por cada 100 gr) y es rica en fibra, por lo que es ideal a la hora a llevar una dieta equilibrada.
¿Cómo escoger las mejores acelgas rojas?
Seleccionad las que no tengan manchas y sus hojas estén brillantes y lisas.
Conservación de la acelga roja
Guardadlas en la nevera hasta que las vayáis a consumir, os durarán unos 5 días.
Para que no se ponga mustias, conservadlas en una bolsa de agujereada, y siempre se pueden recuperar cortando el final del tallo y poniéndolas en agua ¡como si fueran un ramo de flores! Veréis cómo recuperan su firmeza.
Cómo cocinar la acelga roja
Para evitar que sus hojas se oxiden durante la cocción, rociadlas antes con zumo de limón o con vinagre.
Se puede consumir en crudo también, cortando los brotes tiernos y emplearlos para una ensalada. Si la acelga ya está madura, lo mejor es hervirla, freírla o saltearla.
Aprovechad su color ¡puede teñir vuestros caldos y dar mucho juego en la elaboración de platos súper originales como arroces o risottos o ensaladas!