La dieta mediterránea es famosa en el mundo entero, y va más allá de ser una pauta nutricional rica y saludable, es un estilo de vida equilibrado que se compone de recetas, costumbres, productos típicos, formas de cocinar, celebraciones y mucho más.
4 Propiedades beneficiosas de la dieta mediterránea (DM)
Son muchas las propiedades beneficiosas de la DM. Nosotros destacamos algunas de las más importantes que, además, están avaladas por estudios o publicaciones científicas:
Reduce hasta un 31% el riesgo de enfermedades cardiovasculares gracias al tipo de grasa que la caracteriza, basada en aceite de oliva, pescado y frutos secos. Hay mucho estudios y artículos que así lo indican, a nosotros, nos ha gustado esta publicación de la Sociedad Europea de Cardiología.
Previene la obesidad según refleja este estudio publicado por Nutriens. Los frutos secos y el aceite de oliva, tomados de forma moderada, no sólo no engordan sino que ayudan a prevenir que tengamos sobrepeso
Tiene un gran poder antioxidante. Muchas frutas y hortalizas incluidas en la DM como la granada y la zanahoria son muy ricas en antioxidantes
Es buena para la memoria. Incluso puede llegar a prevenir ligeramente la aparición del alzheimer. La fundación Pascal Maragall incluye la DM como la primera de las 8 recomendaciones que pueden ayudarnos a cuidar nuestro cerebro
La UNESCO inscribió la dieta mediterránea como un elemento Patrimonio Cultural de la Humanidad, y también encabeza el ranking de las mejores dietas para 2021 que elabora la revista US News & World Report.
La dieta mediterránea ecológica: saludable, sostenible y ética
Muchas personas conocemos el valor de la dieta mediterránea, sin embargo también es cada vez más frecuente la proliferación de comida rápida, de comida procesada, con un exceso de grasas saturadas y el elevado consumo de productos cárnicos de dudosa calidad y procedencia.
Pero si nos preocupamos por nuestra alimentación, y no solo desde un punto de vista nutricional, sino que también valoramos el impacto en el ecosistema, debemos considerar otros factores:
El ganado ecológico a pequeña escala logra minimizar la emisión de CO2 al mínimo, siendo incluso beneficioso para el suelo y respetando el bienestar animal.
El uso excesivo de hormonas y antibióticos, y la trasmisión de enfermedades infecciosas en la ganadería industrial causan crisis sanitarias a las personas, creándonos una resistencia a los medicamentos.
La producción agroecológica prohíbe el uso de sustancias que contaminan el suelo, el agua y el aire, de personas y animales, generan resistencias a las plagas, dañan la flora y la fauna.
La agroecología trata al suelo como a un ecosistema vivo que está lleno de microorganismos que son cuidados para favorecer la cubierta vegetal que protege el suelo de altas temperaturas y heladas, para facilitar la esponjosidad del suelo de manera que pueda albergar la mayor cantidad de agua posible ante fuertes lluvias, para aumentar la biodisponibilidad de nutrientes para las plantas y para equilibrar la microbiota del suelo, ayudando a la buena salud de los cultivos.
La agroecología se basa en el manejo agronómico sostenible, priorizando el uso de razas y variedades autóctonas que están adaptadas al territorio, conserva los espacios naturales y protege la biodiversidad.
La agricultura ecológica nos proporciona alimentos con más nutrientes y mejores sabores.
Conclusiones sobre la dieta mediterránea basada en productos ecológicos
Ya hemos visto los beneficios que supone llevar un estilo de vida basado en la dieta mediterrénea. Si a estos beneficios le sumamos los beneficios que supone consumir productos ecológicos, el resultado es evidente, el beneficio es doble.
Volvamos a cocinar con alimentos frescos, de proximidad y ecológicos de temporada, disfrutemos de legumbres a diario y disminuyamos el consumo de proteína animal, de esta manera favoreceremos no solo nuestra salud, también el bienestar animal, el ecosistema, la biodiversidad y la economía local.