CALENTAMIENTO TERRESTRE Y ALIMENTACIÓN ECOLÓGICA Y DE PROXIMIDAD

El próximo 28 de enero es el Día Mundial de la Acción frente al Calentamiento Terrestre y al igual que en nuestro anterior artículo sobre Educación Ambiental y alimentación ecológica, no queremos perder la oportunidad deponer en valor la alimentación ecológica y de proximidad respecto al impacto en el calentamiento global.  

Principales causas del calentamiento global

-          El uso excesivo de fertilizantes.

-          La actividad solar y las erupciones volcánicas.

-          La deforestación de los bosques y selvas, con la consecuente pérdida de biodiversidad vital para el equilibrio medioambiental.

-          La quema de combustibles fósiles.

-          La continua producción de residuos.

Consumir productos ecológicos, de temporada y de proximidad

Una cuestión fundamental para reducir la huella de carbono es la procedencia de los alimentos que consumimos. Si tenemos fruta y verdura de Aragón y basada en la agricultura ecológica ¿Por qué consumir alimentos de otros países? No solo contaminan más en su trayecto hasta nuestra mesa, si no que conservan sus nutrientes y propiedades, beneficiando a nuestro organismo, sobre todo porque también, no se emplean fertilizantes químicos, algo que daña al medio ambiente y a nuestra salud.

Otra cuestión es que por el clima de la zona, no podamos encontrar por ejemplo, kiwis cultivados en  Zaragoza, pero sí que podemos encontrar magníficas manzanas ecológicas de Huesca o peras ecológicas de Zaragoza. Lo que siempre podremos encontrar es fruta y verdura ecológica, y cuanto menos recorrido tenga que hacer hasta que la adquirimos, ayudaremos a reducir los gases de efecto invernadero.

Los alimentos ecológicos o alimentos BIO  provienen de la agricultura ecológica, se obtienen de forma respetuosa con el medio ambiente, sin añadirles aditivos artificiales ni fertilizantes químicos.

Dieta con bajo impacto ambiental

¿Qué debe tener una dieta para ser ecofriendly? Este es un pilar fundamental para que haya menos contaminación, haya más abejas y menos agua contaminada. Para ello debemos consumir:

-          Frutas, verduras y tubérculos ecológicos, de temporada y de proximidad.

-          Frutos secos ecológicos y de proximidad.

-          Semillas ecológicas, como lino o sésamo.

-          Cereales ecológicos como el arroz, la quinoa, el trigo o la avena.

-          Legumbres ecológicas y de proximidad.

-          Proteínas vegetales procesadas de forma ecológica, como el tofú o el seitán.

-          Bebidas y yogures vegetales y ecológicos.

-          Huevos ecológicos, de gallinas en libertad y de proximidad.

Desde Bioselecta os animamos a que si todavía no consumís 100% ecológico y de proximidad, hagáis pequeños gestos que marquen la diferencia como interesarnos por el origen de lo que comemos y en qué tipo de envase van dichos alimentos, porque no podemos dejar de nombrar el uso excesivo del plástico en los alimentos industriales.

 

EDUCACIÓN AMBIENTAL Y ALIMENTACIÓN ECOLÓGICA