En el campo de la agricultura, durante las últimas décadas, se ha demostrado que existen otro tipo de prácticas agrícolas alternativas a la dañina y contaminante agricultura industrial. Como es la Agricultura Regenerativa.
¿Qué caracteriza a la agricultura regenerativa?
La agricultura regenerativa nace de la necesidad de mejora y revitalización de la salud del suelo.
Consiste en rehabilitar el suelo y mantenerlo productivo el mayor tiempo posible para evitar la expansión agresiva a nuevas áreas
El suelo fértil es la condición principal no solo para el bienestar del ser humano, sino también para su existencia. Por eso, la agricultura regenerativa, junto con otras prácticas agrícolas respetuosas (siembra directa, conservación del suelo, agricultura orgánica), es fundamental.
Su objetivo es reducir las emisiones de carbono a la atmosfera para retenerlas en los suelos.
Los impactos de la mecanizada agricultura industrial han sido devastadores para el medio ambiente y muchas comunidades humanas, degradando los suelos hasta el punto de perder todas sus propiedades.
La agricultura regenerativa busca de manera natural regenerar y enriquecer los suelos, a través de prácticas agrícolas como no arar la tierra, usar mantillo orgánico, compostaje o rotación de cultivos, entre otros. Todo ello permite que el carbono permanezca en el suelo.
Entre las prácticas más comunes encontramos:
Cultivo de cobertura
Se trata de una cobertura vegetal viva que cubre el suelo temporal o permanente, con el propósito de proteger de la erosión, conservar el agua o reducir malezas.
Durante años, la exterminación y no prevención de la maleza conllevó al uso de los herbicidas en la agricultura industrial, cuyos resultados han sido contraproducentes.
Por supuesto, en la agricultura regenerativa no se emplean fertilizantes químicos ni pesticidas.
El abono orgánico o compost proporciona materia orgánica y restaura la
fertilidad del suelo, que es un objetivo clave en la agricultura orgánica
regenerativa.
Labranza cero
Esto puede ser de lo más sorprendente ¡sin llevamos siglos arando la tierra! Pues a veces hay que cambiar el chip, y esta es una de esas veces.
En la agricultura regenerativa se eliminan los tratamientos de campo mecánicos, químicos y físicos.
En este caso, la siembra que se hace directamente en el suelo, sin necesidad de removerlo ni eliminar el rastrojo que lo cubre. Lo importantes es eliminar las malezas. La eliminación de las malezas se puede hacer con anterioridad a la siembra, o bien, después de obtener el cultivo.
En lugar de labrar la tierra generando emisiones de efecto invernadero, la tierra debe mantenerse siempre cubierta de vegetación y no se debe tocar la estructura del suelo.
En lugar de tractores pueden emplearse lombrices e insectos que mantienen la tierra esponjosa y preparada para las raíces. Esto es fundamental en estos tiempo de crisis climática, y un suelo vivo y esponjoso puede llegar a retener hasta 10 veces más agua que un cultivo convencional.
Mantillo orgánico
Se trata de colocar una cobertura de materia orgánica (compost o estiércol) en los suelos cultivar. Permitiendo a la tierra conservar la humedad, reducir las malezas y mejorar la fertilidad del suelo.
Rotación de cultivos
El cultivo intensivo de los mismos vegetales hace que el suelo pierda sus propiedades.
La rotación de cultivos consiste en alternar diferentes tipos de cultivo en un mismo terreno de forma temporal. Esta práctica previene plagas y enfermedades, reduciendo así el uso de pesticidas y protegiendo los suelos.
Esto y mucho más es la agricultura regenerativa ¿la conocías? En Bioselecta estamos enamorados de estas prácticas de obtención de los alimentos de forma ecológica y respetuosa con el medio ambiente, además de obtener alimentos mucho más sanos, sabrosos y saludables.